Queridos Reyes Magos,
Soy yo, el pesao del Caja, bueno, ahora el CajaBetis, el que está todo el rato con lo de petar San Pablo... Soy consciente de que es muy mala fecha, hasta arriba de trabajo que estaréis, y todo el mundo pidiendo pidiendo y pidiendo. Que para pedir siempre tenemos la boca y la mano dispuestas. Vuestra tarea es de las más ingratas que existen, todo el mundo os pide os pide os pide pero después nadie se acuerda de dar las gracias cuando se encuentran junto al árbol o junto a sus zapatos aquello que tanto deseaban. Me imagino que por eso, con esta carta os vais a quedar ojipláticos, porque yo no os quiero pedir nada, os escribo para daros las gracias.
Creo que este último año los cajistas o cajibéticos debemos haber sido muy buenos. Yo siempre he sabido que esta gran familia que es la afición al baloncesto en Sevilla, era un manojito de gente maravillosa, increíble. empezando por los propios empleados y empleadas del club y terminando por el último abonado o abonada. Aquí la güena gente abunda, por eso no me extraña que os hayáis portado tan bien con nosotros, hasta el punto que nos habéis anticipado el regalo este año. Han sido tres regalos, me imagino que habréis traído uno cada uno de vosotros: Melchor a Mahalvasic y sobre todo esa victoria increíble, 16 años después, frente al Madrid. Aunque no sé qué fue mejor regalo, si la victoria en sí misma, o esos abrazos emocionados que nos dimos al terminar el partido los sufridores de siempre de San Pablo. Gaspar nos trajo quizás el más importante de los tres regalos, la tan ansiada estabilidad institucional después de dos años de vivir con el corazón en un puño temiendo por perder el baloncesto en Sevilla. Ha sido gracias al Betis, y siendo así, sé que no les gustará a muchos, sin embargo a la mayoría nos ha permitido volver a vivir momentos increíbles como la victoria frente al Madrid. Y por último, Baltasar nos ha traído una nueva victoria en Bilbao, que nos ha permitido estar en los cálculos y quinielas para la próxima copa del rey, y aunque las posibilidades sean remotas, era algo que hacía mucho tiempo que no ocurría. Estamos ahí y significa que no estamos más abajo a estas alturas.
Como os decía antes, algo bueno hemos debido de hacer esta afición, y por eso yo os quiero dar las gracias por haber sido tan generosos con nosotros. Prometemos seguir siendo buenos, viviendo intensamente nuestra afición, respetando siempre a todo el mundo, haciendo amigos y amigas allá por donde vayamos, repartiendo buen rollo alrededor de una canasta. Si os queda aún tiempo para meter algún presente más en vuestras alforjas, yo para no pecar de ambicioso, os quiero pedir esa victoria en el derbi frente a Unicaja que hace tanto tiempo que se nos resiste y las 12 victorias que nuestro entrenador quiere a final de temporada. Y por supuesto multitud de cosas buenas para la mejor afición del mundo. Siempre vuestro admirador, porque el baloncesto también es mágico
Víctor
